Trilogía Cáfe







Muchos de nosotros una vez creímos que jamás seriamos capaces de equivocarnos y fuimos los primeros en caer.
Muchos de nosotros tuvimos la posibilidad de lastimar a alguien, por miedo a quedarnos solos, sin imaginar que existe algo más inmenso de lo que podemos ver.
Cuantas veces dejamos que el tiempo pasara indefinidamente, para sentirnos jóvenes, pero, cada día más indeseables.
Que momentos dejaste ir, esperando no sentirte tan vacío, cuando saciabas tu ego con lo que no tenías, sintiéndote parte de todos, cuando siempre estuviste solo.
No existe nada mas humillante en la vida que mirar tu rostro en el reflejo e intentar aniquilar tu esencia porque no deseas ser quien eres, y aun mas, miras tus manos y están llenas de sueños que aprisionas, porque es el único valor que tu vida tiene y pareciera ser lo menos importante.
Intentaste ser feliz, y solo lograste sufrimiento, pediste perdón muchas veces, y solo conseguiste alimentar tu ira, todo lo que en ti había era falso, ahora ya no estas, en cierto modo te extraño, no por que te quiera, me gustaba cubrirme para que no me vieran, prefería sentir que era alguien, pero ahora hasta tú me abandonaste.
Quizás tu los alejaste a todos de mi, o a mi me alejaste de ellos.
Lo que se acerca se hace real y culpas a todos por sentirte sin fuerzas, crees que eres malo por ser diferente y te haces daño, porque regalas tanto odio como el que recibes,
Sin embargo nada lo haces con intención y eso duele aun más.






Te inundas de sueños, cuando aun para ti
Lo desconocido es eterno,
Te das cuenta de que nada cambia
Pero a la vez todo es distinto,
Te arrodillas ante tu existencia, y
te dejas devorar por lo indestructible
hasta que algo en ti desaparece.
Eras tan orgullosa, sublime, magnifica,
y casi indiscutiblemente poderosa.
No precisamente hablo de un ser.
La deje ir el invierno pasado,
Se que aunque lo intente no volverá,
intente esperar para verla de nuevo,
su fuerza, su ego, esas maravillosas
ganas de creer que seria para siempre.
Ella y yo en un juego peligroso,
tuve amigos, conocí gente paralela,
personas que vendrían y que también
algún día se irían…
Mi mundo era uno completamente
Desequilibrado, sucio, inocente, platónico…
Luche casi toda mi vida para que alguien
por muy insignificante que sea, sepa
que yo era importante. Tenia lo que
quería, pero ya no lo quería.
Empiezas a sentir arder tu sangre,
presumes que eres lo que deseaste ser,
pero sigue existiendo ese vacío,
y cuando se acerca el fin, mantienes
prisionera a la primavera, porque
sabes que no vendrá otra igual,
pero se escapa, aun más rápido
de lo que puede irse un suspiro.
Y es así tu vida , plana, regular;
Por cierta razón te crees especial
y estas lejos de serlo.
Como todos una vez también ame,
pero de que sirvió, si al llegar
hasta donde pudiste llegar
tu vida pasa en una hoja en blanco
que nadie jamás se atrevería a leer…

© vicky bravo, 2009







Pasan mil cosas por tu mente, a veces sientes la necesidad de rendirte, pero sigues esperando algo diferente, buscas una respuesta inconclusa, algo que te deje salir de aquí, una ventana por la que puedas pasar y no se oscurezca, un futuro sofocante.
Es intermitente este camino, no conduce a otra dirección, nos lleva a todos escondidos tras su disfraz, luego nos alimenta de odio y a la vez perdón.
Destruye los senderos bajo tinieblas, prohíbe el hilo más fácil a la felicidad y luego te habla de cosas inimaginables que talvez algún día sucedieron, personas que están ahí,
pero que no te ven, fingen ser cordiales, cuando no quieren serlo; sin duda eso no es importante, difícil es entenderlo.
De una forma muy extraña llegas a temerle, hasta incluso muchas veces le tienes asco, y, eso te produce ira, remordimiento; te cuesta pensar si tu estas mal o ellos están equivocados, luego, los culpas a todos, desvaneces tus verdaderos sentimientos y sin mas complejo te sientas a esperar, todo se queda quieto, pero no es suficiente, y vuelves a caer, llegas a tal punto de que todo lo que dices es parte de tu imaginación, te invade la rabia, que cada día se vuelve mucho mas fuerte que cualquier pensamiento junto cuando todo lo malo logra detenerse, vuelves a estar quieto, a esperar nuevamente lo que quizás nunca llegue.

© Vicky Bravo, 2008