Pasan mil cosas por tu mente, a veces sientes la necesidad de rendirte, pero sigues esperando algo diferente, buscas una respuesta inconclusa, algo que te deje salir de aquí, una ventana por la que puedas pasar y no se oscurezca, un futuro sofocante.
Es intermitente este camino, no conduce a otra dirección, nos lleva a todos escondidos tras su disfraz, luego nos alimenta de odio y a la vez perdón.
Destruye los senderos bajo tinieblas, prohíbe el hilo más fácil a la felicidad y luego te habla de cosas inimaginables que talvez algún día sucedieron, personas que están ahí,
pero que no te ven, fingen ser cordiales, cuando no quieren serlo; sin duda eso no es importante, difícil es entenderlo.
De una forma muy extraña llegas a temerle, hasta incluso muchas veces le tienes asco, y, eso te produce ira, remordimiento; te cuesta pensar si tu estas mal o ellos están equivocados, luego, los culpas a todos, desvaneces tus verdaderos sentimientos y sin mas complejo te sientas a esperar, todo se queda quieto, pero no es suficiente, y vuelves a caer, llegas a tal punto de que todo lo que dices es parte de tu imaginación, te invade la rabia, que cada día se vuelve mucho mas fuerte que cualquier pensamiento junto cuando todo lo malo logra detenerse, vuelves a estar quieto, a esperar nuevamente lo que quizás nunca llegue.

© Vicky Bravo, 2008