Te inundas de sueños, cuando aun para ti
Lo desconocido es eterno,
Te das cuenta de que nada cambia
Pero a la vez todo es distinto,
Te arrodillas ante tu existencia, y
te dejas devorar por lo indestructible
hasta que algo en ti desaparece.
Eras tan orgullosa, sublime, magnifica,
y casi indiscutiblemente poderosa.
No precisamente hablo de un ser.
La deje ir el invierno pasado,
Se que aunque lo intente no volverá,
intente esperar para verla de nuevo,
su fuerza, su ego, esas maravillosas
ganas de creer que seria para siempre.
Ella y yo en un juego peligroso,
tuve amigos, conocí gente paralela,
personas que vendrían y que también
algún día se irían…
Mi mundo era uno completamente
Desequilibrado, sucio, inocente, platónico…
Luche casi toda mi vida para que alguien
por muy insignificante que sea, sepa
que yo era importante. Tenia lo que
quería, pero ya no lo quería.
Empiezas a sentir arder tu sangre,
presumes que eres lo que deseaste ser,
pero sigue existiendo ese vacío,
y cuando se acerca el fin, mantienes
prisionera a la primavera, porque
sabes que no vendrá otra igual,
pero se escapa, aun más rápido
de lo que puede irse un suspiro.
Y es así tu vida , plana, regular;
Por cierta razón te crees especial
y estas lejos de serlo.
Como todos una vez también ame,
pero de que sirvió, si al llegar
hasta donde pudiste llegar
tu vida pasa en una hoja en blanco
que nadie jamás se atrevería a leer…

© vicky bravo, 2009